José Raúl Capablanca, tenía una capacidad increíble para simplificar la posición y dejar en el tablero sólo las piezas que conformaban su ventaja. Dio una importancia excepcional a los elementos dinámicos (piezas coordinadas y móviles), cuando todos los demás se centraban en los estáticos.
Afirmó, para escándalo del medio, que la defensa se debía hacer sin temores y con las mínimas piezas posibles. Sin embargo, Capablanca nunca fue un teórico del ajedrez, su principios los descubría en sus partidas. Aunque escribió algunos libros que siguen siendo referencia como: "Fundamentos del ajedrez", obedecía a ideas claras y apuntaban a lo más profundo de la posición, con un fruto hacia la sencillez y no la indolencia (según críticos de la época), solo perdió 34 partidas oficiales.
"En ajedrez, como en las artes militares, a veces es necesario reducir las fuerzas en combate (número de piezas) para alcanzar ciertos objetivos. Esto se logra mediante la simplificación cambiando piezas para hacer el juego más fácil. Se trata de un procedimiento que beneficia al bando que tiene superioridad de material o su posición equivale a la del rival. Como recurso táctico sirve para acrecentar una ventaja, dinamizar un ataque, eliminar piezas enemigas o forzar un empate. Sin embargo, hay ocasiones en que puede ser contraproducente, por ejemplo, cuando se cambia una pieza activa propia por una pasiva del adversario.
Afirmó, para escándalo del medio, que la defensa se debía hacer sin temores y con las mínimas piezas posibles. Sin embargo, Capablanca nunca fue un teórico del ajedrez, su principios los descubría en sus partidas. Aunque escribió algunos libros que siguen siendo referencia como: "Fundamentos del ajedrez", obedecía a ideas claras y apuntaban a lo más profundo de la posición, con un fruto hacia la sencillez y no la indolencia (según críticos de la época), solo perdió 34 partidas oficiales.
"En ajedrez, como en las artes militares, a veces es necesario reducir las fuerzas en combate (número de piezas) para alcanzar ciertos objetivos. Esto se logra mediante la simplificación cambiando piezas para hacer el juego más fácil. Se trata de un procedimiento que beneficia al bando que tiene superioridad de material o su posición equivale a la del rival. Como recurso táctico sirve para acrecentar una ventaja, dinamizar un ataque, eliminar piezas enemigas o forzar un empate. Sin embargo, hay ocasiones en que puede ser contraproducente, por ejemplo, cuando se cambia una pieza activa propia por una pasiva del adversario.
En el libro "Teoria de finales de torre", de G. Löwenfisch y W. Smyslow, se lee: "la simplificación de un final con gran cantidad de peones y su reducción a otro menos complicado que permita un cálculo más preciso, es un importante procedimiento técnico, que ha de aplicarse, no obstante, discrecionalmente y y con pleno conocimiento de causa".
La teoría dice que la tendencia a simplificar, o igual a desbrozar y reducir la posición, se debe a la comprensión de que muchas veces es imposible resolver satisfactoriamente los problemas que plantean ciertas situaciones complejas y dinámicas, a menos de que se reduzcan.
El maestro Manuel Golmayo, en su libro "Temas clásicos de ajedrez" afirma; "debemos orientarnos hacia el arte exquisito de la simplificación, que es una liquidación comprendida como finalidad posicional, cuando contamos con una diferencia a favor de material o posición, aunque sea mínima, no hayan posibilidades inmediatas tácticas de acrecentarla y se aprecie que dicha ventaja puede conservarse a través de las liquidaciones para llega a la victoria en un final técnico o en un final complejo de enjuiciamiento fácil"
Javier Vargas Pereira, profesor y periodista especializado en ajedrez en Chile su país natal.
El jugador de blancas con alfil de ventaja, simplifica para entrar en un final de peones ganado.
El jugador de blancas con alfil de ventaja, simplifica para entrar en un final de peones ganado.
Bueno, ahora ¿Cómo explicamos esto?.
Al iniciar una partida, la torre (5 puntos) esta bloqueada por sus propias piezas, en contra posición del caballo (3 puntos) que ya cuenta con dos cuadros para saltar; la torre solo logra su poder ofensivo cuando encuentra columnas abiertas o semi abiertas y el caballo desde la apertura puede defender y atacar. Parece ilógico que valga más una torre que un caballo. (VER EL VALOR RELATIVO DE LAS PIEZAS) A medida que se desarrollan LAS FASES DE JUEGO, esto cambia radicalmente.
En un final con solo reyes, la torre muestra todo su poder ofensivo como pieza "pesada" y el caballo como pieza menor (que no puede dar mate junto con el rey) se verá limitado a protegerse al lado de su rey para no ser capturado (por la torre que inicialmente, no se podía ni mover).
Más aún cuando un jugador por descuido o debido a una buena combinación del rival pierde una pieza, ejemplo un alfil, el adversario intentará cambiar las piezas para llegar a un final, donde el alfil o caballo verá aumentada su ventaja y quizá sea el factor decisivo de la partida.
Asi que:
-Se empiezan a cambiar las piezas, porque tenemos clara ventaja material.
-Se realiza frecuentemente durante el medio juego y por el jugador que esta convencido de llevar una ventaja apreciable sobre el adversario y quiere consolidarla mediante uno o varios cambios de piezas de igual valor ejemplo.
- Las ventajas posicionales no son fáciles de identificar por un jugador principiante. En ocasiones un jugador por "simplicar" activa piezas del rival o abre líneas de ataque para el adversario,con efectos contraproducentes para sus planes.
- Simplificar no es buscar un final rápido a costa de cambiar una pieza activa nuestra(que ataca-defiende y además ocupa una posición ventajosa en el tablero), por una pieza del rival que ni siquiera ha salido de su ubicación inicial VER DESARROLLO DE LAS PIEZAS.
- Tampoco cambiar piezas por cambiarlas buscando un descuido del rival o forzar un final de peones y reyes pensando que somos mejores en esta fase del juego.
- En las partidas a un minuto (1 + 0) que la verdad no recomiendo, se ve como los jugadores cambian piezas de manera veloz, sin importar la táctica, sino por "estrategia" tratan de llegar a un final con muy pocas piezas, donde más que "pensar", se necesita ser un jugador muy técnico.
En un final con solo reyes, la torre muestra todo su poder ofensivo como pieza "pesada" y el caballo como pieza menor (que no puede dar mate junto con el rey) se verá limitado a protegerse al lado de su rey para no ser capturado (por la torre que inicialmente, no se podía ni mover).
Más aún cuando un jugador por descuido o debido a una buena combinación del rival pierde una pieza, ejemplo un alfil, el adversario intentará cambiar las piezas para llegar a un final, donde el alfil o caballo verá aumentada su ventaja y quizá sea el factor decisivo de la partida.
Asi que:
-Se empiezan a cambiar las piezas, porque tenemos clara ventaja material.
-Se realiza frecuentemente durante el medio juego y por el jugador que esta convencido de llevar una ventaja apreciable sobre el adversario y quiere consolidarla mediante uno o varios cambios de piezas de igual valor ejemplo.
- Las ventajas posicionales no son fáciles de identificar por un jugador principiante. En ocasiones un jugador por "simplicar" activa piezas del rival o abre líneas de ataque para el adversario,con efectos contraproducentes para sus planes.
- Simplificar no es buscar un final rápido a costa de cambiar una pieza activa nuestra(que ataca-defiende y además ocupa una posición ventajosa en el tablero), por una pieza del rival que ni siquiera ha salido de su ubicación inicial VER DESARROLLO DE LAS PIEZAS.
- Tampoco cambiar piezas por cambiarlas buscando un descuido del rival o forzar un final de peones y reyes pensando que somos mejores en esta fase del juego.